lunes, 6 de junio de 2011

viernes, 3 de junio de 2011

Calambres en el Alma


Una vez más, escucho atentamente lo que tenían que decirle esas bocas compradas, mirándolos a los ojos, su expresión fue la misma cuando parecía que el fallo se acercaba a la justicia como cuando se concretó el nuevo ardid que dilatará casi hasta el hartazgo la llegada de la misma.
Y se fue, tranquila, desencantada, como casi siempre. Cuando le preguntaron, solo atinó a decir “Nos cayó mal. El tema sigue gris porque dan una de cal y otra de arena. Eso nos perturba y molesta. Sigue jugando con los sentimientos, con nuestros sentimientos”, manifestó, y se preguntó: “¿Qué diferencia hay entre eso y la comparación con todo el banco? ¿A qué se teme?”
Pero Estela es así, jamás pierde la calma, jamás pierde la compostura, jamás pide venganza, jamás se pone a la altura de los que, con el poder en la mano, cometieron las más graves aberraciones que se han cometido en este país. Uno como un simple mortal, camina por la vida y se indigna al ver que casi trescientos medios mienten, tergiversan, ocultan, y todo lo hacen para mantener sus posiciones dominantes, no solo en los menesteres que los atañan, sino también para mantener sus fortunas mal habidas, aprovechándose de la cercanía del poder que siempre, hasta el 2003, les permitió hacer y deshacer a su gusto. Hoy día, en el que ese discurso único tiene serias filtraciones, con la llegada de la tecnología, con la muy limitada aplicación de la Ley de Servicios Audiovisuales, todo queda más expuesto y los intereses quedan exhibidos impunemente para aquel que apenas lee entre líneas, pero me imagino el tremendo dolor que tuvo que pasar Estela, cuando la mentira era sistemática, cuando los muertos enterrados como NN y los vivos tirados dormidos al mar eran legitimados por estos medios al titular como “Enfrentamientos” las terribles atrocidades cometidas y hoy se autodenominan y se premian como flagrantes defensores de la libertad de prensa y de la democracia. Y Estela soportó, creyó, resistió, y llego la democracia, y con ella los juicios a las juntas, y luego la obediencia de vida, el punto final, el indulto, cuantas veces estuvo sentada ahí, escuchando, viéndole las caras, y pasan los años, y ya hace casi treinta años que retornó la democracia, pero ellos siguen ahí, siguen teniendo el poder, que cinco tapas y se cae el gobierno de turno, y casi lo consiguen una vez más en el 2008 con la rebelión del mal llamado campo y sus cómplices caceroleros, y hubo que fijar postura, y hubo que defender realmente a las instituciones, y ella lo hizo, y solo se me ocurre pensar en la frase de Carlos Alberto García Moreno para preguntarme cuantos calambres en el alma habrá tenido en estos tiempos, cuanta lucha, cuanta grandeza.
Y sin embargo insisten, desvían la atención, suben la apuesta, compran opiniones con la misma facilidad que venden soja, y ella sigue ahí, paciente, con la fe intacta, esperando.

jueves, 2 de junio de 2011

Las Pelotudeces de Tenembaum

Soy de los que piensa que en el 2008 no quedó más remedio que poner los pies en el plato. El discurso único que daba vueltas por los medios no nos dejó más remedio que atrincherarnos y buscar gestos cómplices entre los que estábamos (y estamos) de acuerdo con este modelo, los Blogs y luego el twitter fueron los únicos lugares en los que se podía romper el cerco mediático. En ese año y en los posteriores cuando boicotearon al gobierno sin el menor empacho, mintiendo, ocultando, insultando la inteligencia de los consumidores de sus empresas, quedo en claro que lo hicieron por sus intereses económicos, hoy todos saben que los directivos de las empresas como las que trabaja Tenembaum forman parte de los más grandes pooles sojeros de Latinoamérica, y aquellos patéticos caceroleros del año 2008 los acompañaban solo porque era cool. Todavía me sorprendo de mi amado país, y ver cómo estamos hoy, como se fue corriendo el velo, como la "gente" ahora duda de todo lo que aparece publicado y, hasta los más acérrimos opositores a este gobierno diferencian la realidad de lo que dicen los multimedios y si lo consumen lo hacen desde el odio para poder regocijarse con lo que chorrea de sus páginas.
Estos ex progres que se situaban a la izquierda del menemismo (hasta Biassati estaba a la izquierda en ese momento) hoy ven como su discurso comprado en shoppings pierde valía, carece de prestigio y sobre todo, les deja los bolsillos llenos y los dedos manchados.