martes, 23 de abril de 2013

Con la Violencia Perdimos Siempre

Odio tener que pensar, preferiría tu
sonrisa a toda la verdad avanzo un paso, retrocedo
y vuelvo a preguntar que algo cambie, para no
cambiar jamás todo es imperfecto amor y...
obvio. (Fragmento de Cadaver Exquisito de Fito Paez)


La verdad es la primera victima en una guerra, una frase que se puede aplicar adecuadamente a estos tiempos que nos tocan vivir. Es evidente que las corporaciones que gozaron de privilegios, casi desde el surgimiento de la nación (y no hablo del diario) están librando una suerte de batalla final, en la que se han corrido todos los límites de la ética y el honor.
Sin el menor empacho pueden decir que el año pasado Nestor armó una sociedad en Panamá o que Kicillof no paga ganancias, total, los que los siguen jamás cuestionaran nada de estos medios simplemente porque están en contra del gobierno actual, y según su miope visión, son sus aliados. Pero el tema de mentir y desmentir viene siendo un deporte en estos últimos años, lo que se percibe distinto es el grado de virulencia que han tomado las noticias, sobre todo desde la llegada del periodista estrella Jorge Lanata al grupo Clarín.
La estrategia es simple, pero no por eso fácil de contrarrestar, Lanata conoce muy bien a la clase media argentina, cuida cada palabra en cada informe, hasta su ironía impostada, un par de denuncias que parecen transportadas desde su Dia D de los 90 y la garantía que toda la artillería del grupo Clarín y sus cómplices se encolumnarán detrás de el en los días que suceden a su programa de domingo por la noche.
Todo muy azuzado, con los HASH en twitter que aparecen y desaparecen milagrosamente (en función de los turnos de los trolls, presumo) con IBOPE que hace que PPT mida mas que un partido de Boca, o de River, el programa de Jorge parece haberse convertido en la pasión de los argentinos.
Ante este verdadero alud opositor, encabezado por el monopolio Clarin y sus aliados, por momentos nos quedamos estuprefactos, sin respuestas ante tanto agravio al proyecto que defendemos. En cada reunión o evento social al que asistimos, surge, casi como tema obligado, la información (?) que emana de los medios, si nos tomamos un café, tenemos que ver en las pantallas la señal TN con sus infamias en los zócalos, y realmente es dificil ser K, como nos llaman peyorativamente nuestros detractores, porque el discurso antipolítica es el que se pregona desde un diario que regalan en el subte hasta el mas liviano de los programas de televisión y, tristemente, vemos como los que nos rodean, toman la realidad construida como una película de Hollywood, en donde identificamos a los buenos y a los malos sin matices.
Hasta lo peor de la política que según mi parecer se ver representado en el PRO, es mejor que esta horda de indignados retroalimentados  de odio, que avasallan todo a su paso, dias atrás en el infame cacerolazo, casi destrozan a golpes a un pibe del PRO porque tuvo la inconcebible idea (para los manifestantes) de defender al Congreso cuando querían entrar a destruirlo.
En medio de todo esto, estan los chicos, veo en ellos no solo el futuro, sino también la esperanza, no reaccionan ante tanta provocación, militan donde no los ve ninguna cámara, lucen orgullosos sus pecheras, que tanto molestan a aquellos que nunca se jugaron (ni se jugarán) por nada, tienen en claro que, en este bendito país, cada vez que hubo violencia, perdimos nosotros.