Viendo las imágenes de El Cairo me retrotraje al verano 2001 / 2002 que nos tocó vivir en nuestro amado país.
De pronto recordé con que facilidad el empresario dueño de la financiera en la que me desempeñaba como analista de sistemas, triplicó su fortuna por tener la información correcta en el momento adecuado.
El mecanismo era muy simple, compro todos los dólares que le ofrecieron, recuerden las restricciones que había en ese momento para la compra del preciado billete verde, utilizando no solo a los empleados de la financiera sino también al padrón de socios de la misma.
De pronto, cuando el billete americano rozó los 4 pesos, se empezó a desprender de los mismos, para nosotros, los que junto a nuestra casa nuestro auto y demás pertenencias habíamos perdido también nuestra capacidad de ahorro, fue un verdadero alivio, si este empresario que en la peor crisis exacerbaba su voracidad, siguiendo el paradigma de que las crisis son oportunidades (jugando con armas para nada emparentadas a los principios ni a la legalidad), dejaba de comprar dólares eso indicaba que de ahí no iba a subir.
El cálculo que hacíamos era obvio, la diferencia entre 1 y 4 la pagábamos nosotros, por ende si de 4 se iba a 5 o a 9 como decían los agoreros que nos bombardeaban desde los medios todavía no desenmascarados, la deuda hubiese sido aun mayor.
Mi curriculum se siguió completando a partir del 2004, la recuperación económica traía consigo mas empleo, y al haber mas empleo empecé a tener mayores oportunidades.
De esta manera, mi salario salio de terapia intensiva a la sala común y tiempo después recibió el alta médica.
A casi 10 años de esta anécdota que les cuento, me encuentro renunciando a mi empleo, con la posibilidad de empezar en un lugar con muchos mas beneficios no solo económicos sino también profesionales. Y este suceso personal me hizo reflexionar acerca del odio reinante de las clases mas acomodadas a este modelo de país que hoy en DIA vivimos.
En aquel momento, el empresario dueño de la financiera, todo el tiempo extorsionaba con la escasez de empleo, unilateralmente decidió, por ejemplo, que había que trabajar los sábados medio día, sin ningún tipo de resarcimiento económico.
Cuando el gobierno Aliancista, ultra defensor de la institucionalidad, implementó aquella medida de la quita del 13 % a los jubilados (a quien hoy le quieren dar el 82 % móvil, que ironía) y a los estatales, este empresario, aprovecho la situación para realizar una quita en los sueldos de varios integrantes de la empresa, era evidente que aquella señal dada por el gobierno les daba vía libre para hacer con los asalariados lo que deseasen.
Muchas veces me cuesta entender que es lo que tanto les molesta cuando en esta época están facturando como nunca, están incrementando sus patrimonios de manera constante, y sin embargo les brota un odio que solo atenúan cuando visualizan los saldos de sus cuentas corrientes.
Y los que les molesta es justamente no tener la decisión sobre otras vidas, en aquel verano fatídico, quedarse sin trabajo significaba caer en la absoluta marginalidad, estos empresarios eran como semi dioses que decidían sobre la vida de la gente, hoy no pueden hacerlo porque la gente común, puede encontrar otras oportunidades en un contexto mucho mas favorable.
Les soy absolutamente sincero, si bien condeno esta actitud, la comprendo, comprendo que odien que un asalariado pueda irse de vacaciones, comprendo que les moleste que de pronto tengan que compartir una cena en el mismo restaurante con un empleado, que al sobrarle unos pesos le dice a su señora que se arregle y salen a pasear un rato.
Hasta les digo mas, comprendo su racismo, su discriminación, han perdido la exclusividad, se atiborran en barrios privados para despotricar contra este modelo que, por primera vez en 50 años, ha logrado bajar un poco la brecha de desigualdad existente entre las clases, brecha que aun es exorbitante, pero el solo hecho de pensar que se pueden encontrar con alguno de “los otros” en algún Shopping, en un avión o en un lugar placentero los desvela.
Pero así como mi comprensión llega al límite de intentar entender este pensamiento tan egoísta, tan avaro, tan ávido de acumular por el solo hecho de que los demás también acumulen, pero que acumulen carencias, mi intelectualidad no logra entender a gran parte de la clase media, clase a la cual pertenezco sin proponérmelo y con nada de orgullo.
Como pueden añorar épocas en las que solo un mala mirada nos podía hacer caer en la mas absoluta desgracia, un hecho fortuito podía llevarnos al desastre, pero claro, la clase media es un espectro muy grande, y en ella conviven gente humilde quien solamente quiere un poco de bienestar para poder disfrutar con sus seres queridos y también la rama mas radicalizada conocida como “Piojus Resucitadus”.
Me ha tocado compartir alguna cena con miembros de este subgrupo, un matrimonio cuya mujer es docente y el hombre empleado administrativo horrorizados porque en las playas de Villa Gesell tuvieron la desagradable experiencia de juntarse con, según palabras de ellos, “muchos negros”, que osaban comer un sándwich y de pronto exteriorizar un poco la alegría de poder veranear.
La parte mas graciosa es que, un poco de bienestar los hace pensar que son miembros del selecto grupo de “Hijos de Puta” que manejaron el país a su antojo prácticamente desde su surgimiento, sin tener en cuenta que ese desprecio que ellos tienen hacia la gente humilde es proporcional al desprecio que tiene el grupo antes mencionado con ellos mismos.
Y se golpean el pecho pidiendo mayor seguridad, digo yo, a quien le gusta que lo asalten?
Y se indignan con los aumentos de precios y defienden a ultranza a los grandes conglomerados de empresas que hacen lobby para imponer sus condiciones.
Desconocen, por ejemplo, que el mismo DIA Shell Techint y Cablevisión decretaron aumentos abusivos e injustificados movilizados no solo para aumentar sus ganancias, sino también para generar el famoso “Mal Humor Social”
Tienen el Clarín calentito cada mañana, o mejor aún La Nación, que es mas acorde a ese ascenso social que pretenden experimentar
Que escenario complejo que se presenta en este 2011 que recién empezamos a desandar, tristemente estamos en manos de ellos, el bombardeo mediático patrocinado por los grupos concentrados de poder llegará a limites insospechados, pero por ahora y solamente por ahora, permítanme tomarme esta licencia y disfrutar un poco este pequeña alegría.
De pronto recordé con que facilidad el empresario dueño de la financiera en la que me desempeñaba como analista de sistemas, triplicó su fortuna por tener la información correcta en el momento adecuado.
El mecanismo era muy simple, compro todos los dólares que le ofrecieron, recuerden las restricciones que había en ese momento para la compra del preciado billete verde, utilizando no solo a los empleados de la financiera sino también al padrón de socios de la misma.
De pronto, cuando el billete americano rozó los 4 pesos, se empezó a desprender de los mismos, para nosotros, los que junto a nuestra casa nuestro auto y demás pertenencias habíamos perdido también nuestra capacidad de ahorro, fue un verdadero alivio, si este empresario que en la peor crisis exacerbaba su voracidad, siguiendo el paradigma de que las crisis son oportunidades (jugando con armas para nada emparentadas a los principios ni a la legalidad), dejaba de comprar dólares eso indicaba que de ahí no iba a subir.
El cálculo que hacíamos era obvio, la diferencia entre 1 y 4 la pagábamos nosotros, por ende si de 4 se iba a 5 o a 9 como decían los agoreros que nos bombardeaban desde los medios todavía no desenmascarados, la deuda hubiese sido aun mayor.
Mi curriculum se siguió completando a partir del 2004, la recuperación económica traía consigo mas empleo, y al haber mas empleo empecé a tener mayores oportunidades.
De esta manera, mi salario salio de terapia intensiva a la sala común y tiempo después recibió el alta médica.
A casi 10 años de esta anécdota que les cuento, me encuentro renunciando a mi empleo, con la posibilidad de empezar en un lugar con muchos mas beneficios no solo económicos sino también profesionales. Y este suceso personal me hizo reflexionar acerca del odio reinante de las clases mas acomodadas a este modelo de país que hoy en DIA vivimos.
En aquel momento, el empresario dueño de la financiera, todo el tiempo extorsionaba con la escasez de empleo, unilateralmente decidió, por ejemplo, que había que trabajar los sábados medio día, sin ningún tipo de resarcimiento económico.
Cuando el gobierno Aliancista, ultra defensor de la institucionalidad, implementó aquella medida de la quita del 13 % a los jubilados (a quien hoy le quieren dar el 82 % móvil, que ironía) y a los estatales, este empresario, aprovecho la situación para realizar una quita en los sueldos de varios integrantes de la empresa, era evidente que aquella señal dada por el gobierno les daba vía libre para hacer con los asalariados lo que deseasen.
Muchas veces me cuesta entender que es lo que tanto les molesta cuando en esta época están facturando como nunca, están incrementando sus patrimonios de manera constante, y sin embargo les brota un odio que solo atenúan cuando visualizan los saldos de sus cuentas corrientes.
Y los que les molesta es justamente no tener la decisión sobre otras vidas, en aquel verano fatídico, quedarse sin trabajo significaba caer en la absoluta marginalidad, estos empresarios eran como semi dioses que decidían sobre la vida de la gente, hoy no pueden hacerlo porque la gente común, puede encontrar otras oportunidades en un contexto mucho mas favorable.
Les soy absolutamente sincero, si bien condeno esta actitud, la comprendo, comprendo que odien que un asalariado pueda irse de vacaciones, comprendo que les moleste que de pronto tengan que compartir una cena en el mismo restaurante con un empleado, que al sobrarle unos pesos le dice a su señora que se arregle y salen a pasear un rato.
Hasta les digo mas, comprendo su racismo, su discriminación, han perdido la exclusividad, se atiborran en barrios privados para despotricar contra este modelo que, por primera vez en 50 años, ha logrado bajar un poco la brecha de desigualdad existente entre las clases, brecha que aun es exorbitante, pero el solo hecho de pensar que se pueden encontrar con alguno de “los otros” en algún Shopping, en un avión o en un lugar placentero los desvela.
Pero así como mi comprensión llega al límite de intentar entender este pensamiento tan egoísta, tan avaro, tan ávido de acumular por el solo hecho de que los demás también acumulen, pero que acumulen carencias, mi intelectualidad no logra entender a gran parte de la clase media, clase a la cual pertenezco sin proponérmelo y con nada de orgullo.
Como pueden añorar épocas en las que solo un mala mirada nos podía hacer caer en la mas absoluta desgracia, un hecho fortuito podía llevarnos al desastre, pero claro, la clase media es un espectro muy grande, y en ella conviven gente humilde quien solamente quiere un poco de bienestar para poder disfrutar con sus seres queridos y también la rama mas radicalizada conocida como “Piojus Resucitadus”.
Me ha tocado compartir alguna cena con miembros de este subgrupo, un matrimonio cuya mujer es docente y el hombre empleado administrativo horrorizados porque en las playas de Villa Gesell tuvieron la desagradable experiencia de juntarse con, según palabras de ellos, “muchos negros”, que osaban comer un sándwich y de pronto exteriorizar un poco la alegría de poder veranear.
La parte mas graciosa es que, un poco de bienestar los hace pensar que son miembros del selecto grupo de “Hijos de Puta” que manejaron el país a su antojo prácticamente desde su surgimiento, sin tener en cuenta que ese desprecio que ellos tienen hacia la gente humilde es proporcional al desprecio que tiene el grupo antes mencionado con ellos mismos.
Y se golpean el pecho pidiendo mayor seguridad, digo yo, a quien le gusta que lo asalten?
Y se indignan con los aumentos de precios y defienden a ultranza a los grandes conglomerados de empresas que hacen lobby para imponer sus condiciones.
Desconocen, por ejemplo, que el mismo DIA Shell Techint y Cablevisión decretaron aumentos abusivos e injustificados movilizados no solo para aumentar sus ganancias, sino también para generar el famoso “Mal Humor Social”
Tienen el Clarín calentito cada mañana, o mejor aún La Nación, que es mas acorde a ese ascenso social que pretenden experimentar
Que escenario complejo que se presenta en este 2011 que recién empezamos a desandar, tristemente estamos en manos de ellos, el bombardeo mediático patrocinado por los grupos concentrados de poder llegará a limites insospechados, pero por ahora y solamente por ahora, permítanme tomarme esta licencia y disfrutar un poco este pequeña alegría.
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