Por cuestiones laborales viví un tiempo en el
interior del país, y me tocó vivir en carne propia el accionar del monopolio
mediático y su tremenda impunidad.
Cuando me mudé a Trenque Lauquen había dos
sistemas de Televisión por Cable, uno tenía en su grilla a TyC Sports, que
emitía algunos partidos de los campeonatos de AFA sin costo extra y otros en la
modalidad codificada, pagando por ello un adicional al abono. Por otro lado,
los domingos al mediodía, se transmitían por este canal las carreras de autos,
que tenían la exclusividad con Carburando en todas sus categorías, las carreras
que aquí en Buenos Aires se veían por TV abierta, en el interior no era así,
casualidad? No para nada, en el interior del país son muy fierreros, y
realmente se paran los pueblos para ver todas las carreras, sobre todo las de
Turismo Carretera.
Sin dudarlo opté por el sistema que me ofrecía
todos los deportes descriptos con anterioridad, sin querer caí en la trampa.
Al poco tiempo desembarca en la ciudad
Cablevisión y, llamativamente, el sistema de cable que tenía todas las opciones
de Deportes deja de tenerlos, por ende, los abonados rápidamente fueron
mudándose de sistema ante un precio similar y prestaciones muy disímiles entre
sí.
Esto que les relato ocurrió en menos de 2
años, por supuesto los dos sistemas de Cable originales dejaron de existir y
solo quedó Cablevisión en la ciudad.
Tiempo después, cuando se puso en el tapete el
comportamiento del Grupo Clarín para hacerse de los cables locales, nos
enteramos que ese mecanismo fue repetido hasta al cansancio sin que ninguna
regulación lo afectara, había dos competidores, a uno le daba el paquete del
Futbol en perjuicio del otro, luego lo encarecía hasta hacer poco rentable la
empresa y obligarla a prescindir de estas señales, desembarcaba con su nave
insignia y los empujaba al precipicio.
Si a esto le sumamos que a los diarios locales
les vendía (y vende actualmente) el papel y, en caso de tener un volumen
interesante y no seguir con su línea editorial encarecía este insumo para
alinearlo a su interpretación de lo que es la libertad de expresión, tenemos el
combo perfecto.
Para finalizar les voy a contar una anécdota
que, si bien puede parecer graciosa, en realidad es un fiel ejemplo de
desinformación
Al estar muy cerca de la oficina en donde
trabajaba, cada mañana me dirigía al lugar caminando, previo a empezar mi
jornada tomaba un café en un bar que estaba a escasos metros de mi lugar de
trabajo, en el, como es habitual en los bares porteños, una pantalla con la
señal de noticias TN, entre los diarios prevalecían Clarín y el local La
Opinión, una mañana, me dirijo a realizar mi ritual de cada día y me encuentro
con el Bar cerrado, por ende me dirigí a la oficina, al ver el escaso
movimiento que había en las calles y que casi todos los locales estaban
cerrados me alarmé, cruce hasta el Kiosco y al preguntar que sucedía la
vendedora riéndose me contesta “Hoy es el día de Trenque Lauquen, evidentemente
no te lo dijeron”, evidentemente en TN no informaron que era el día de Trenque
Lauquen ni tampoco como iba a estar el clima ni ningún otro acontecimiento que
iba a transcurrir en el lugar en donde
vivía, pero tenía en claro que, a 550 Kilómetros, el puente Pueyrredón tenía
marcha lenta.
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