Estamos viviendo claramente un momento histórico. Por ahora,
solamente por ahora, se cayeron las mascaras, estemos atentos, en cualquier
momento vuelven a cambiar de color y dejaran de estar tan visibles, tan
vulnerables. Escucho a Lanata, flamante incorporación de la suma de todos los
males, denigrar a los Wichis, expresándose con total liviandad y, porque no,
diciendo lo que piensa, ya no es más progre, solo le interesa el saldo del Home
Banking, apañado por el vil Grupo Clarín todos los exabruptos quedaran “suavizados”
convenientemente. Mientras tanto, en la Capital de nuestro amado país, todo
sigue muy amarillo, los globos explotan por los aires y si no te incendias te
derrumbas, si no te cagan a palos te inundas, si no te aumentan un servicio un
125 % te sacan un beneficio, mierda para todos. Y si aparece un mafioso de la
prostitución como uno de los principales aportantes a la campaña de los globos,
se esconde en un artículo chiquito en el que no queda claro si aporto al
gobierno nacional o al de la ciudad, se minimiza, se oculta, es que la gran
esperanza blanca para el 2015 sigue siendo el Ingeniero Malcri (ado).
Les propongo a los amigos del Grupo de formadores (o
deformadores) de opinión una serie de títulos para blindar aún más al Alcalde
Amarillo, en caso de derrumbe “La Inercia provocó dos nuevas muertes”, en caso
de inundación por falta de obras “Ahora dicen que Pascal estaría equivocado”,
en Caso de Incendio “Los peligros de la exposición al Calor”.
Ver como escriben en carne viva en estado de emoción
violenta sin el menor empacho habla de la desesperación reinante, disfruto
cuando tienen que cerrar los comentarios en las versiones on line, ni siquiera
se hacen cargo de los monstruos que alimentan, para peor, Cristina ni cáncer tenía,
ver a Nelson Castro hablando primero de “La enfermedad del poder” y luego
indignado por el error(¿?) del equipo médico presidencial deja claro cuáles son
sus verdaderos deseos, miro al cielo y digo gracias por no cumplírselos.
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