Se me viene a la cabeza la imagen de aquella directora de una importante empresa de Medicina Prepaga, bramando en contra de la Ley que las regula, haciendo la analogía con el auto averiado.
Pero realmente lo que han hecho en este jardín de infantes en Salta supera ampliamente mi capacidad de asombro.
Humillar a una criatura para que se pongan al día con una cuota? que clase de mente perversa puede pergeñar algo de esta naturaleza, tanta avidez puede tener un ser humano?
Podemos permanecer indiferentes mientras el mundo sigue girando o hacer como la señora que en el colectivo que sacó la foto y la hizo publica, es un granito de arena en un desierto, pero de algo sirvió.
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